"No queremos llorar sino honrar el ejemplo de muchos hombres y mujeres que defienden valientemente la vida. Hombres y mujeres como los padres de Alfie Evans y los padres de Vincent Lambert que nos enseñan cómo el coraje y la determinación con la que luchan son una fuerza imparable", dijo Virginia.
Finalmente, aseguró que lo que propone la Marcha por la Vida también es alentar a cada uno "a no escapar del compromiso, sino a reaccionar con toda nuestra fuerza ante la agresión a la que estamos sometidos" por parte de "un sistema político, económico, legal y de medios aparentemente invencible que también quiere eliminar la libertad de expresión".
"Sabemos que con la ayuda de Dios todo es posible, e incluso si nuestra marcha reúne a creyentes y no creyentes en el defensa común de la vida, no tenemos miedo de proclamar públicamente en esta plaza, el nombre de Dios, Creador y Señor de la vida y la muerte de cada uno de nosotros", concluyó Virginia.