El Obispo de Tarazona, Mons. Demetrio Fernández, felicitó el eficiente y generoso trabajo que realiza Manos Unidas a favor de los más desposeídos y destacó la opción evangélica de esta ONG católica que, a diferencia de otros organismos, no condiciona su ayuda a los países pobres con una política anticonceptiva arrolladora.
Así lo sostiene el Prelado en una carta con motivo de la Campaña contra el hambre 2007 organizada por Manos Unidas, un organismo que brotó en el seno de las Mujeres de Acción Católica en el año 1960 y que se constituyó plenamente en 1978.
En su misiva, el Obispo sostiene que el "desastre ecológico" que significa que en Europa y, particularmente en España, no exista el relevo generacional necesario causado por un estilo de vida y políticas antinatalistas, se quiera imponer a los países pobres.