En su segunda prédica de Adviento en el Vaticano, en presencia del Papa Benedicto XVI y los miembros de la Curia Vaticana, el Predicador de la Casa Pontificia, P. Raniero Cantalamessa, señaló en la Capilla Redemptoris Mater que los sacerdotes deben manifestar "el buen perfume de Dios en el mundo".
Tras deplorar la acción de los sacerdotes que generan escándalo por su infidelidad pues atentan contra lo sagrado del sacramento recibido de Dios, de la unción recibida de Él, el P. Cantalamessa explicó que "tener unción significa por lo tanto tener el Espíritu Santo como compañero inseparable en la vida, hacerlo todo ‘en el Espíritu’, en su presencia, con su guía".
"Todo esto se traduce, externamente, a veces en dulzura, calma, paz, y a veces en autoridad. Es una condición que se caracteriza con una cierta luminosidad interior que da facilidad y dominio al hacer las cosas. Como ‘estar en forma’ para el atleta o la inspiración para el poeta", agregó.