El Arzobispo de Mérida, Mons. Baltazar Porras Cardozo, dijo que el mensaje de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) que pide no satanizar las protestas estudiantiles se debe a la inquietud "no sólo nuestra, sino de toda la población venezolana por la manipulación burda ideológica que se está realizando, queriendo ver en toda manifestación un complot organizado y pagado desde el exterior".
El también Presidente de la Comisión de Medios y Cultura de la CEV sostuvo que esa actitud lo único que hace es "romper la credibilidad y el sentido ético que debe tener cualquier devenir de la sociedad". "Si una sociedad quiere ser democrática y llamarse democrática tiene que dar espacios a la disensión y la manifestación; y no sólo eso, sino que tiene que existir la posibilidad de que se lleguen a conclusiones en las cuales los pedimentos sean atendidos", añadió.
Al referirse al caso del estudiante Nixon Moreno, acusado de una serie de actos delictivos y protestar contra el Gobierno, y que finalmente fue acogido por la Nunciatura Apostólica en Venezuela; el Prelado manifestó que todo fue un "gran show que se montó al estudiante, que ahora tiene que estar bajo el refugio y cobijo de la Iglesia para defender su vida".