Fue uno de los momentos virales en el Vaticano del año 2021: Un niño con vestimenta deportiva, lentes y una mascarilla que se acercó espontáneamente a saludar al Papa Francisco en medio de una audiencia general.
Sin embargo, hay más detalles de este encuentro imprevisto del mes de octubre: El niño de 10 años sufría de epilepsia y autismo; su salud había empeorado de forma tan grave que los médicos temían que pudiera tener un tumor cerebral.
Paolo Bonavita estaba en Roma ese día para hacerse exámenes médicos. Su madre, Elsa Morra, le dijo a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– que tras la audiencia papal siguió una inexplicable mejora en la condición de su hijo.