Las violentas marchas feministas programadas para el 8 de marzo (8M) en Ciudad de México y en otras localidades del país tienen el permiso del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, mientras que las restricciones al culto católico a causa de la pandemia de coronavirus COVID-19 se mantienen prácticamente en todo el país.
El 3 de marzo López Obrador anunció en su conferencia de prensa matutina que frente a restricciones a las manifestaciones de feministas el 8 de marzo en otros países "aquí es prohibido prohibir, se garantizan los derechos de manifestación, de expresión".
"Aquí libertad absoluta, completa", insistió, al tiempo que pidió a las feministas que "las manifestaciones sean pacíficas".