Ante los recientes ataques israelíes que han ocasionado muertes y destrucción en la franja de Gaza, líderes religiosos de Jerusalén condenaron "la violencia y agresión actuales que son desproporcionados y no tienen justificación" en una declaración conjunta emitida recientemente.
Los líderes describen la situación que dio inicio a esta ola de violencia: "un soldado israelí fue tomado prisionero en combate y un judío fue secuestrado y asesinado. En respuesta a estas acciones, las fuerzas israelíes destruyeron tres puentes y una planta eléctrica, provocando millones de dólares en pérdidas y dejando a 750 mil personas sin agua ni luz en Gaza".
"Además, las fuerzas israelíes tomaron a 84 personas, entre los que se encontraban siete miembros del gabinete ministerial y 21 miembros del Consejo Legislativo Palestino. Esto sucede luego que 48 palestinos fueran asesinados, entre los que habían 27 civiles. Las aterradoras estadísticas incluyen a nueve niños y a una mujer embarazada", añaden.