Líderes eclesiásticos que representaban a más de la mitad de los anglicanos de todo el mundo pidieron la expulsión de la iglesia anglicana canadiense de la comunión por haber declarado la “sacralidad” de las relaciones homosexuales.
A nombre de 22 primados que representaban a 50 millones de los 77 millones de miembros anglicanos, el arzobispo Gregory Venables dijo que la reciente decisión de la iglesia anglicana de Canadá de afirmar el jueves pasado que “la integridad y la santidad” de las relaciones entre homosexuales ha sido “simplemente una reescritura de la fe cristiana”.
Venables, que tiene su sede en Argentina y es el primado de seis países de América del Sur, declaró al diario británico “The Daily Telegraph” que “el uso de la palabra ‘santificar’ significa que todo el tema ya ha sido decidido, y eso es inaceptable”.