El Superior General de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX – Lefebvristas), Bernard Fellay, señaló que el diálogo para su completa reconciliación con la Iglesia Católica ha vuelto a “cero” y que se encuentran “exactamente en el mismo punto en que estaba Mons. Lefebvre en los años 1974  y 1975”.

En una homilía pronunciada durante la Misa que presidió el 11 de noviembre en la iglesia de Saint-Nicholas-du-Chardonnet, en París (Francia), Fellay acusó a las autoridades de la Santa Sede por “lo que podría llamarse sabotajes de la autoridad”.

Para el líder lefebvrista, el Papa Benedicto XVI busca la reintegración, sin embargo son otras importantes autoridades eclesiales las que ponen obstáculos.

Fellay también señaló que la principal traba para la reconciliación es la, según él, desastrosa situación doctrinal y disciplinar de la Iglesia.

“Ésta que estamos viviendo, se trata probablemente de la crisis más espantosa que la Iglesia haya sufrido nunca. Se ve en los obispos, en los cardenales que no conducen ya las almas al Cielo, que bendicen los caminos del infierno”, señaló.

Para Fellay, los Prelados “no advierten ya a las almas de los peligros que corren aquí en la tierra. Que no enseñan ya el fin de la existencia, el fin, el Buen Dios, ir al Cielo”.

El líder lefebvrista, citando a la aparición de Notre-Dame de la Salette, señaló que Roma “vendrá a ser la sede del Anti-Cristo, Roma perderá la fe”.

La FSSPX se encuentra en ruptura con la Iglesia Católica desde 1986, en que su fundador, Mons. Marcel Lefebvre ordenó a cuatro obispos sin la autorización del Papa Juan Pablo II, resultando en la excomunión de quienes participaron en la ceremonia, incluyendo a los cuatro nuevos obispos.

El Papa Benedicto XVI, en un gesto magnánimo, levantó la excomunión que pesaba sobre los cuatro obispos en 2009, entre ellos Mons. Bernard Fellay, sin embargo, la FSSPX aún no tiene un reconocimiento formal en la Iglesia.