20 de mayo de 2006 / 07:46 AM
El Papa Benedicto XVI recibió hoy al embajador de España ante la Santa Sede y recordando la acción de la Iglesia destacó la defensa de la vida y el derecho inalienable de la persona a profesar sin obstáculos la fe religiosa.
Al iniciar su discurso, el Santo Padre se refirió a España como “un patrimonio envidiable, que denota una brillante historia, imbuida profundamente de valores cristianos y enriquecida también por la vida de eximios testigos del Evangelio, dentro y fuera de sus fronteras”.
Más adelante, mencionando las relaciones diplomáticas entre España y la Santa Sede, el Pontífice afirmó que “un camino importante para esta cooperación está trazado por los Acuerdos suscritos entre el Estado español y la Santa Sede para garantizar a la Iglesia Católica ‘el libre y público ejercicio de las actividades que le son propias y en especial las de culto, jurisdicción y magisterio’”.