El Presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, Cardenal Jean-Louis Tauran, señaló que al ser los creyentes un don para la sociedad, se hace imperativa la libertad religiosa y por lo tanto también es necesario que estas personas tengan la oportunidad de participar en el espacio público.
Tras transmitir la cercanía del Papa Benedicto XVI a los participantes del encuentro interreligioso mayoritariamente musulmán que se celebró hasta este viernes en Madrid, el Purpurado recordó que el Pontífice considera que el "diálogo debe estar basado en el amor y la verdad entre los creyentes pues el mejor modo para contribuir a la armonía, la paz y la felicidad de los pueblos de la tierra".
A continuación, según informa L'Osservatore Romano, el Cardenal Tauran explicó sus convicciones personales e indicó que "en cuanto creyentes, somos un don para la sociedad. Esta realidad hace que sea imperativa la libertad religiosa allí donde es importante tener un lugar de culto, que lo mínimo que se puede pretender. La libertad religiosa debe también incluir la posibilidad para los creyentes de tomar parte activa del diálogo público mediante responsabilidades sociales, políticas y culturales en los que deben fungir de modelos".