El sacerdote Nawzat P. Hanna fue liberado por sus captores luego de tres días de estar secuestrado en Bagdad, en buen estado de salud pero con signos de haber sido golpeado, según informó el Obispo Auxiliar de Bagdad, Mons. Shlemon Warduni.
El Prelado informó a la prensa que el sacerdote había sido abandonado por sus captores aproximadamente a las 21:30 horas de ayer.
Por su parte, el Arzobispo de Kirkuk, Mons. Louis Sako, expresó a la agencia SIR su satisfacción por la liberación del Padre Nawzat, pero denunció el clima de inseguridad y persecución que viven los cristianos iraquíes. Recordó que ya son siete los sacerdotes secuestrados en el país.