El Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Arzobispo alemán Gerhardt Müller, señaló que debido al cisma en el que han incurrido los seguidores del fallecido arzobispo francés Marcel Lefebvre, los lefebvristas se han alejado de la Iglesia.

En una entrevista concedida a finales de diciembre al diario italiano Il Corriere della Sera, el Arzobispo respondió a una serie de preguntas sobre diversos temas importantes, una de las cuales se refiere al estado actual de los lefebvristas, luego de que en reiteradas ocasiones rechazaran la apertura del Papa Benedicto XVI para recibirlos nuevamente en el seno de la Iglesia Católica.

Sobre el tema, el Prelado explicó que "a los obispos (los cuatro ordenados por Lefebvre, quien falleció excomulgado) se les levantó la excomunión canónica por las ordenaciones ilícitas, pero queda la sacramental, de facto, por el cisma: se han alejado de la comunión con la Iglesia".

"Luego de eso, no cerramos nunca la puerta y los invitamos a reconciliarse. Pero ellos deben cambiar su actitud, aceptar las condiciones de la Iglesia Católica y al Sumo Pontífice como criterio definitivo de pertenencia", agregó.

Sobre la reciente exhortación apostólica Evangelii Gaudium del Papa Francisco, el Arzobispo dijo que algunos la interpretan "como si el Santo Padre quisiera favorecer una cierta autonomía de las Iglesias locales, la tendencia a distanciarse de Roma. Pero esto no es posible. El particularismo, como el centralismo, es una herejía. Sería el primer paso hacia la autocefalia".

Mons. Müller explicó que esto se entiende porque si bien "la Iglesia Católica está compuesta por Iglesias locales, no deja de ser una. No existen Iglesias 'nacionales', somos todos hijos de Dios. El Concilio Vaticano II explica concretamente la relación entre el Papa y los obispos, entre el primado de Pedro y la colegialidad".

"El Pontífice romano y los obispos son de derecho divino, instituidos por Jesucristo. También la colegialidad y la colaboración entre los obispos, cum Petro y sub Petro (con Pedro y bajo Pedro), tienen aquí su fundamento. Pero los patriarcados y las conferencias episcopales, históricamente y hoy, pertenecen solo al derecho eclesiástico, humano. Los presidentes de las conferencias episcopales, muy importantes, son coordinadores, nada más, ¡no son vicepapas!".

En relación a la afirmación del Papa sobre que la Iglesia no es una "aduana", el Prefecto indicó que eso "es cierto, ¡tampoco lo es la Congregación (para la Doctrina de la Fe). El Papa tiene el carisma de expresarse no solo con conceptos teológicos sino a través de imágenes cercanas al corazón de la gente que muestran la cercanía de Jesús con todos nosotros".

"Nosotros los teólogos corremos el riesgo siempre de cerrarnos en el mundo de la reflexión académica. Pero Francisco no va a otra parte: combina la ternura del pastor y la ortodoxia, que no es una ortodoxia cualquiera, sino la recta doctrina expresada en la plenitud de la Revelación. El primer custodio de la fe es Pedro y su sucesor como Obispo de Roma".

Mons. Müller también se refirió a una declaración sobre el acceso a la comunión de los divorciados en segunda unión, hecha por el teólogo disidente Hans Küng, quien dijo que "el Papa quiere avanzar, pero el Prefecto de la fe lo frena". Al respecto, Mons. Müller precisó que "yo soy y siempre estaré con el Papa. La verdad es que no podemos aclarar estas situaciones con una declaración general. Sobre los divorciados y vueltos a casar civilmente, muchos piensan que el Papa o un sínodo pueden decir: recibirán sin otra la comunión. Pero eso no es posible".

"Un matrimonio sacramental válido e indisoluble: esa es la praxis católica reafirmada por los Papas y los Concilios, en fidelidad a la Palabra de Jesús. Y la Iglesia no tiene la autoridad de relativizar la Palabra y los Mandamientos de Dios".