En su sugerencia para la homilía del domingo, Solemnidad del Corpus Christi, el Arzobispo Emérito de Corrientes (Argentina), Mons. Domingo Castagna, aseguró que "las necesidades que vemos aflorar en la superficie de la vida ciudadana, reclaman este Pan bajado del cielo", y recordó que "no hay que ir lejos para encontrarlo y Dios lo ofrece gratuitamente".

El Prelado señaló que es preciso brindar la Eucaristía "de manera explícita, especialmente a quienes, por el bautismo, están en condiciones de celebrarlo y alimentarse de él. Supone una ardua tarea ya que el deterioro de la fe ha adquirido dimensiones impensables. Ello indica hasta qué punto se ha tornado necesaria su exposición pública y la catequesis correspondiente. Corpus responde al silencioso reclamo de los corazones hambrientos".

Mons. Castagna dijo que "como todo misterio divino, la Eucaristía encontrará inteligencias humildes que la sepan identificar y corazones dispuestos a la adoración y a la santidad".

"En eso consiste su importancia actual, como lo fue siempre, atravesando conos de sombras, por causa del descuido a que fue sometida por quienes debían - y deben - celebrarla piadosamente y exponerla al culto principal de los bautizados", señaló.

En ese sentido, señaló que la celebración del Corpus Christi "constituye una oportunidad imperdible. Nuestro mundo demuestra su necesidad de redención y el reclamo informulado de acudir a su Redentor que ha escogido la humildad de los velos del pan y el vino para redimir del pecado y conducir a la santidad".