Los obispos cubanos han mandado confeccionar un millón de imágenes del Niño Jesús para una misión que este año busca darle un nuevo significado a la frase “Devolviéndole Cristo a la Navidad”.
El pesebre navideño desapareció hace mucho tiempo de la isla, pues Fidel Castro prohibió la celebración de las fiestas. Pero siete años después que Castro levantara la prohibición de festejar la Navidad religiosamente -con ocasión de la visita del Papa en 1998- el Niño Jesús parece estar listo para retornar, a través de una campaña ideada por la creciente población de creyentes cubanos.
Este mes, la Conferencia de Obispos Católicos Cubanos decretó el “Año de la Misión”, y tiene previsto llevarlo a su punto más alto en el Adviento próximo, cuando grupos de laicos distribuyan las imágenes en innumerables hogares a lo largo de toda la isla.