Para prevenir que más niños por nacer sean abortados, se creó en Argentina el programa de adopción espiritual, donde los participantes se comprometen a orar todos los días por un bebé en gestación y en peligro de ser asesinado en el vientre de su madre.
Al año mueren más de 50 millones de bebés en todo el mundo a causa del aborto en sus distintas formas. Ante esta triste situación, el programa de adopción de un bebé por nacer busca personas que, comprometidas con la vida, ofrezcan su trabajo y oración por los bebés durante los nueve meses de gestación, repitiendo esta breve oración: "Jesús, María y José, les ruego que salven la vida de (...) que he adoptado y está en peligro de ser abortado".
Los autores de la iniciativa explicaron que posiblemente el bebé en riesgo de morir "solo conocerá a Dios, pero en la eternidad, se tendrá la certeza de que el bebé conocerá a aquellos que se comprometieron con él en su corta vida".