El Obispo de Posadas, Mons. Rubén Martínez, afirmó que el laico está llamado a desarrollar su misión en la vida pública, pero también debe vivir su vocación en la cotidianeidad, generando "valores evangélicos, mayor sentido ético y compromiso por el bien común".
En su reflexión semanal, el Prelado recordó que el ámbito propio de la acción evangelizadora del laico "es el mundo vasto y complejo de la política, de la realidad social y de la economía", la cultura, las ciencias, las artes; así como "el amor, la familia, la educación de los niños y adolescentes, el trabajo profesional y el sufrimiento".
Los laicos, precisó, "tienen el deber de hacer creíble la fe que profesan, mostrando autenticidad y coherencia en su conducta". Sin embargo, aunque destacó la labor de las escuelas de ministerios laicales, reconoció que "cuando señalamos que hay una cierta ausencia de laicos católicos comprometidos en las estructuras y dirigencia social, consideramos como una de las causas la falta de formación".