¿La Virgen propone usar aceites contra el coronavirus? Cuidado con esta cadena

¿La Virgen propone usar aceites contra el coronavirus? Cuidado con esta cadena
Foto referencial. Crédito: Unsplash /Chelsea Shapouri

Presuntas apariciones de la Virgen María a una mujer en Costa Rica que llaman al uso de aceites esenciales para prevenir la infección por coronavirus se han hecho viral en internet. ¿Qué deben hacer los católicos con revelaciones como estas?

Un artículo de Susan Brinkmann publicado por National Catholic Register señala que la "vidente", llamada Luz de María de Bonilla, supuestamente recibió un mensaje de la Virgen el 3 de junio de 2016, en el que le da instrucciones sobre el uso de una mezcla de aceite esencial que llamó el "Aceite del Buen Samaritano", para ser usado como medida preventiva contra brotes infecciosos. Ella dijo que la visión también recomendó que la gente ingiera un diente de ajo crudo todas las mañanas o que usen aceite de orégano porque "estos dos son excelentes antibióticos".

El 28 de enero de 2020, otra vez la Virgen María supuestamente dijo a la vidente: "Grandes pestilencias, plagas generadas por virus desconocidos están avanzando sobre la humanidad. Usa el 'Aceite del Buen Samaritano' como protección, frente al caso de una enfermedad altamente contagiosa donde vives: la cantidad de la cabeza de un alfiler en los lóbulos de las orejas será suficiente. Si el número de infectados aumenta, debes colocarlo en ambos lados del cuello y sobre las muñecas de ambas manos…".

El "Aceite del Buen Samaritano" está compuesto por canela, clavo, romero, limón y eucalipto. Esta es la misma receta de una popular mezcla de aceites esenciales conocida como "Aceite de ladrones", que está asociado con la leyenda de cuatro ladrones que robaron los cuerpos de las víctimas de la peste bubónica, pero lograron escapar de la infección mientras usaban estos ingredientes. Dichos aceites se han utilizado durante siglos en la brujería para "protección" y son promocionados por distribuidores de aceites esenciales que afirman que mejoran el sistema inmune y protegen a las personas de infecciones como la gripe y los virus.

Añadiendo credibilidad a los supuestos mensajes está un imprimatur dado por el Obispo de Estelí (Nicaragua), Mons. Juan Abelardo Mata Guevara, quien aprobó los mensajes recibidos por esta vidente ocurridos entre 2009 y 2017. No hay indicación de que Mons. Mata, o cualquier otra autoridad de la Iglesia, haya aprobado el mensaje del 2020 recomendando estas alternativas para su uso contra el COVID-19.

Aunque la Iglesia no ha tomado ninguna decisión sobre la naturaleza sobrenatural de las revelaciones, los mensajes se han vuelto virales en Internet, con muchos católicos publicitando los aceites como un método "aprobado por la Iglesia" para protegerse contra el coronavirus.

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Por más convincente que todo esto puede sonar, estas revelaciones están causando sorpresa porque parecen contradecir la enseñanza de la Iglesia Católica que se encuentra en las Directivas Éticas y Religiosas para los Servicios de Cuidado de la Salud. Basadas en la carta encíclica de San Juan Pablo II sobre el valor y la inviolabilidad de la vida humana Evangelium vitae, las directivas establecen que: "Una persona tiene una obligación moral de utilizar medios ordinarios u objetivamente proporcionados para preservar su vida". Esto es particularmente cierto en el caso de amenazas a la vida o enfermedades transmisibles.

El Ph.D. Kevin Rickert, profesor asociado de Filosofía en la St. Mary's University de Minnesota señaló que "el quid de este problema es la distinción entre cuidado ordinario y extraordinario", y explica estas distinciones y sus alternativas consideradas en su artículo "Medicina alternativa y el deber de emplear medios ordinarios".

Los medios ordinarios son aquellos tratamientos que comúnmente se consideran ordinarios para la preservación de la vida humana, como la comida, refugio, el evitar peligros corporales innecesarios y el uso de intervenciones médicas aceptadas cuando sea necesario.

La medicina alternativa, como los aceites esenciales, es normalmente definida como tratamientos que no han sido probados científicamente o que no han cumplido con los estándares de lo que se considerarían intervenciones médicas aceptadas. Esto es por qué la supuesta recomendación de la Virgen de usar aceites esenciales para prevenir el contagio es sospechosa.

La investigación en curso sobre el uso de aceites esenciales para el cuidado de la salud ha hallado que algunos productos son útiles para el bienestar general, pero incluso los expertos de la industria admiten que no hay evidencia científica que respalde su uso en la forma en que la Virgen María presuntamente prescribió.

Hablando en nombre del Dr. Russel Osguthorpe, médico de enfermedades infecciosas y director médico de doTERRA, compañía que vende aceites esenciales, el vocero Kevin Wilson señaló a Salon, revista digital estadounidense sobre asuntos políticos y culturales, en marzo de 2020: "doTERRA reconoce que los aceites esenciales tienen beneficios profundos para la salud y el bienestar, pero no afirmamos que nuestros productos previenen, tratan o curan afecciones o enfermedades, incluido el COVID-19".

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Si este es el caso, ¿por qué Nuestra Señora nos instruiría a usar algo que no esté científicamente probado ni de acuerdo con la política local de salud pública para protegernos durante una emergencia de salud pública seria? o ¿por qué daría mensajes que no incluyen al menos una recomendación para obedecer la política de salud local o buscar un consejo médico sólido?

Expertos en el tema como Michael O'Neill, autor de "Virgen, Madre, Reina", un libro sobre las apariciones de la Virgen María reconocidas por la Iglesia Católica en todo el mundo, y creador del sitio web "MiracleHunter", tienen dudas de que Nuestra Señora dio estas instrucciones.

"Si bien Santa Bernardette señaló a las aguas de Lourdes por la Virgen María, normalmente María no recomienda remedios naturales o desobedece el consejo médico", dijo O'Neill. "Esto parece ser una solicitud no estándar de María en una aparición y, por ello arroja algunas dudas sobre la validez de estas apariciones".

En cuanto al imprimatur, O'Neill explica que un imprimatur no significa que un evento sobrenatural ocurrió. Esto simplemente declara que los mensajes están libres de error doctrinal. Esta declaración generalmente es dada por el ordinario de un lugar donde una supuesta aparición mariana está ocurriendo. Debido a que Luz de María de Bonilla, nacida en Costa Rica, vive actualmente en Argentina, no está claro porqué un imprimatur fue dado por un obispo de Nicaragua. Los intentos de obtener una aclaración de Mons. Mata y de las autoridades de la Iglesia en Argentina están en curso.

"Involucrarse en cualquier aparición no aprobada puede causar grandes desafíos a la fe de uno y es importante recordar que la centralidad de nuestra fe se debe encontrar en las palabras y obras de Jesucristo en los Evangelios, no en supuestas apariciones", afirmó O'Neill. "Si los fieles encuentran que los mensajes los ayudan a acercarse a Cristo, los mensajes ciertamente pueden proporcionar un gran beneficio espiritual, pero probablemente no pociones secretas para protegerse de los virus".

Este consejo es de sentido común para la mayoría de los católicos, entonces, ¿por qué estas revelaciones están afectando tanto a la población católica?

Podría deberse a un movimiento entre algunos católicos por considerar la atención médica "natural" como mejor por ser "regalos de Dios". Sin embargo, como advierte el Dr. Rickert, esta noción es "un truco" porque "todo lo que existe proviene de Dios", incluida la ciencia.

Otra posible razón para adoptar métodos alternativos para prevenir el COVID-19 podría ser la ansiedad natural causada por la pandemia.

"Incluso para las personas religiosas, las 'revelaciones' divinas que prometen curación a través de aceites esenciales u otras fórmulas, pueden parecer dar paso a 'soluciones mágicas' y una forma para nosotros de 'permanecer en control', en lugar de enfrentar nuestros miedos y entrar en una aceptación espiritual más profunda del Plan Divino, un plan que puede incluir pasar por el valle de la muerte", dice el P. Tadeusz Pacholczyk, Ph.D. y director de Educación en el Centro Católico Nacional de Bioética.

"Con respecto al COVID-19, necesitamos confiar en estudios de investigación realizados adecuadamente, en lugar de reclamos de visionarios, pues buscamos desarrollar medicamentos o tratamientos que ofrezcan beneficios protectores o terapéuticos", dijo el P. Pacholczyk.

"Dios tiene la intención de que usemos la ciencia y la medicina para hacer retroceder la enfermedad, pero siempre debemos moderar nuestro impulso de supervivencia con una sobriedad sobre la finalidad, la inevitabilidad y la imprevisibilidad de la muerte. La perspectiva del 'Ladrón en la noche' debería llamar más nuestra atención que cualquier 'Aceite de ladrones'", concluyó.

Traducido y adaptado por Cynthia Pérez. Publicado originalmente en NCR.

Actualización

El 5 de junio Luz de María de Bonilla y Rafael L Piaggio, Dir. Revelaciones Marianas, enviaron un correo a ACI Prensa para hacer sus descargos. La "vidente", a quien se le menciona como "la profeta Luz de María", afirma que la Virgen le reveló "el uso del Aceite del Buen Samaritano para la prevención de enfermedades desconocidas" y que el mensaje "no indica" que "se deba usar para tratar el Covid-19, la Virgen indica que se debe utilizar para tratar enfermedades contagiosas".

Según el sitio Revelaciones Marianas, Luz de María también recibe "mensajes y profecías" de Cristo y del Arcángel Miguel sobre el fin de los tiempos, signos de los tiempos, e incluso por países, entre otras. Además, en el programa Mentiras Verdaderas de La Red, la "vidente" afirmó que ha recibido los estigmas de Jesús.

En su descargo, afirmaron que "se debe entender que el Aceite del Buen Samaritano, fue indicado por la Santísima Virgen a Luz de María por primera vez en el año 2016, recomendando su uso para pestes desconocidas. No fue sino hasta el año 2019 que surgió el Covid-19, por lo que una profeta en su condición de persona no podría haber previsto ese fin por sí misma, sino que necesariamente habrá sido una previsión del Cielo ante eventos futuros (visto desde el 2016) que sí le eran conocidos".

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