Este medio día miles de fieles y peregrinos de todas partes del mundo se reunieron en la Plaza de San Pedro para rezar el Ángelus dominical con el Papa Benedicto XVI, quien al introducir la oración mariana recordó que la verdadera libertad cristiana es aquella que nos permite donarnos hasta las últimas consecuencias.
“Libertad y seguimiento de Cristo” fue el tema que, a partir de las lecturas bíblicas de la misa de hoy, el Santo Padre escogió que “Jesús, sabiendo que en Jerusalén lo espera la muerte de cruz, y que por obediencia a la voluntad del Padre se ofrece a sí mismo por amor,… realiza la propia libertad como conciente opción motivada por el amor”.
“Él no vivió su libertad como arbitrio o como dominio. La ha vivido como servicio. De este modo ha ‘llenado’ de contenido a la libertad, que de otro modo quedaría ‘vacía’ posibilidad de hacer o de no hacer algo”, dijo el Papa.