Durante el rezo del Ángelus, finalizada la Misa en la Piazza Martiri de la ciudad italiana de Carpi, el Papa Francisco lamentó la situación de violencia en la República Democrática del Congo y pidió el fin de ese sangriento conflicto.
"Continúan llegando noticias de sangrientos combates violentos en la región de Kasai, en la República Democrática del Congo, combates que están provocando víctimas y desplazados y que también golpean a las personas y propiedades de la Iglesia: iglesias, hospitales, escuelas…", lamentó el Santo Padre.
"Ofrezco mi cercanía a esta nación y exhorto a todos a rezar por la paz con el fin de que los corazones de los responsables de estos crímenes no permanezcan esclavos del odio y de la violencia", señaló.