Ante esta situación, el abad de la capilla de los tesoros en la Catedral de Nápoles, Mons. Vincenzo De Gregorio alentó a "no pensar en calamidades o desgracias. Nosotros somos hombres de fe y debemos seguir rezando".
La sangre seca de San Genaro se conserva en dos ampollas de vidrio y se licúa tradicionalmente tres veces al año: el primer domingo de mayo, el 19 de septiembre, fiesta del Santo y el 16 de diciembre. La Iglesia dice que el milagro sucede gracias a la dedicación y las oraciones de los fieles.
El milagro consiste en que la masa de sangre reseca rojiza, adherida a un lado de la ampolla, se convierte en sangre completamente líquida tras el paso de varios minutos, llegando a cubrir todo el vidrio.