En una audiencia a la organización italiana "Médicos con África CUAMM" (Colegio Universitario de Aspirantes y Médicos Misioneros), el Papa Francisco recordó que la salud es un "derecho humano fundamental para todos" y advirtió de que "no es un bien de consumo, sino un derecho universal, por lo que el acceso a los servicios sanitarios no puede ser un privilegio".
El Pontífice comenzó su discursó en el Aula Pablo VI del Vaticano agradeciendo su labor y escuchando algunos testimonios. En total participaron unas 9.000 personas entre médicos, personal sanitario y voluntarios.
Francisco lamentó que "la salud, sobre todo la de base, se niega de hecho en diversas partes del mundo y en muchas regiones africanas", y recordó que la Iglesia es una madre, un hospital de campaña que va a las "periferias geográficas, en las que el Señor los manda a ser buenos samaritanos", dijo el Papa.