17 de abril de 2006 / 12:27 AM
Al presidir la Misa del Domingo de Resurrección en la Catedral Metropolitana, el Arzobispo de México, Cardenal Norberto Rivera, afirmó que la Resurrección de Cristo “tiene que estar en medio de las expresiones vitales de un pueblo”, pues una fe que no se encarna como cultura de vida no es auténtica.
Según el Primado mexicano el cambio del cristiano debe ser interior, pero también supone una proyección externa en nuestra ambiente. "Por eso la Resurrección de Cristo es muy elocuente, tiene que estar en medio de las expresiones vitales de un pueblo para construir la democracia, que no sólo se da en las elecciones", señaló.
"No hay que esperar a que otros vengan a cambiar las cosas. Nosotros debemos cambiar, es una actitud cotidiana de corresponsabilidad", indicó el Arzobispo.