Al igual que el Apóstol Mateo se reconoce pecador cuando Jesús le dice "sígueme" y eso le lleva a convertirse en discípulo suyo, "también nosotros debemos reconocernos pecadores, porque la puerta para encontrar a Jesús es reconocernos pecadores".
Así lo señaló el Papa Francisco en la homilía de la Misa celebrada en la mañana del jueves en la Casa Santa Marta, en el Vaticano. "El amor de Jesús pudo entrar en el corazón de Mateo porque se sabía pecador, sabía que la gente le despreciaba, y fue esa conciencia de ser pecador lo que le abrió la puerta a la misericordia de Jesús".
"La primera condición para ser salvados es sentirse en peligro", afirmó el Santo Padre. "La primera condición para ser curado es sentirse enfermo. Y sentirse pecador es la primera condición para recibir esa mirada de misericordia".