"Nadie debe pensar en la función pública como un lugar de enriquecimiento personal o familiar, sino como aquel espacio concreto donde darse enteramente", exhortó el Obispo de La Rioja (Argentina), Mons, Marcelo Colombo.

"La vocación política, ejercida con nobleza y honestidad, puede cambiar la vida de la gente. Y me refiero a un cambio positivo, de crecimiento, de auténtico desarrollo, de plena inclusión", señaló el Prelado ante miles de fieles congregados en la tradicional celebración del "Tinkunaco o Encuentro", que recuerda cuando San Francisco Solano interpone la imagen del Niño Dios como alcalde de la ciudad, en un histórico hecho de la provincia de La Rioja.

Mons. Colombo pidió a los políticos "profundizar en el camino del ejercicio de la gestión de gobierno como un servicio, el cual les pide la generosidad y abnegación de trabajar para todos los riojanos, sin excepción, con una mirada preferencial sobre los más pobres y los jóvenes, muchas veces afligidos por la falta de horizontes y de modelos válidos".

Además, el Obispo alentó a los riojanos a trabajar "con pasión y sin descanso, por construir la amistad social" y que sigan "apostando a la construcción de una sociedad más justa y fraterna, a no desalentarnos por los sinsabores del camino que inevitablemente plantea conflictos".