El Papa Francisco recibió este jueves a los participantes a la 87° Asamblea Plenaria de la Reunión de Obras de Ayuda para las Iglesias Orientales (ROACO), a quienes recordó que "la paz es segura sólo si es cultivada con varias manos", sin olvidar que su "crecimiento depende del verdadero agricultor, que es Dios".
En su discurso, el Santo Padre recordó su viaje a Tierra Santa y renovó su abrazo a todas las Iglesias de Oriente, invitándolos a continuar el camino hacia la plena unidad de todos los cristianos y el diálogo interreligioso. "Recemos para que este viaje apostólico, como una buena semilla, de frutos abundantes", expresó.
En ese sentido, hizo referencia al olivo plantado en los jardines Vaticanos junto al Patriarca de Constantinopla, Bartolomé I; y a los presidentes israelí, Shimon Peres; y palestino, Mahmoud Abbas, como símbolo de paz.