El P. Aguilar alentó a "quienes pueden ver este maravilloso fenómeno que lo hagan", pero precisó que "más que estar poniendo la vista en la Luna, hay que poner la vista en el mundo, en nosotros mismos. Porque de nada sirve que cambie la Luna de color, si no cambiamos el color del corazón del ser humano, el color de la solidaridad, de la ayuda, de la atención a los niños que están siendo abortados, a las injusticias, al hambre, a las situaciones que están viviendo Venezuela y Nicaragua".
"El hombre de Dios en cualquier señal, en cualquier cosa, por muy pequeña que sea, encuentra la voluntad de Dios que consiste en hacer el bien, vivir el bien".
De esa forma, aseguró, "cuando llegue el último momento, el fin del mundo, si estás viviendo en el amor, en la justicia, en la verdad, no tendrás por qué temer, porque ese momento será tu liberación".
David Ramos
Graduado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Privada del Norte en Trujillo, Perú. Con más de 12 años de experiencia en periodismo católico trabajando en ACI Prensa, estoy radicado en México desde 2018. He cubierto los viajes del Papa Francisco a Ecuador, Paraguay, México, Colombia, Chile, Perú y Panamá.