Todo lo anterior se conjuga "en lo que se llama perspectiva de género" donde "no hay dos sexos, varones y mujeres, sino diversos géneros según la percepción subjetiva de cada persona; el número de los géneros es variable, y ha ido aumentando en virtud de una inventiva extravagante".
El actual gobierno se ha manifestado orgulloso de esta función de repartir "nuevas identidades", incluso ha creado el ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad en cuyo ámbito funciona la Secretaría para la Promoción de Masculinidades; y la reciente creación de un gabinete nacional para la "Transversalización de las Políticas de Género", cuya finalidad es, "garantizar la incorporación de la perspectiva de género en el diseño e implementación de las políticas públicas nacionales, que incluirá tanto el componente presupuestario como de gestión y ejecución".
"Otras iniciativas inspiradas en la ideología comentada ya están funcionando en organismos del Estado. Todo esto en un país que se encuentra en la ruina, con casi la mitad de su población hundida en la pobreza", alertó el Arzobispo emérito de La Plata.
Otro problema derivado es la Educación Sexual Integral (ESI), que, "según la ideología de género, se reduce a transmitir información parcializada y a instruir sobre el 'cuidado' que consiste en el uso de preservativos y anticonceptivos", alertó Mons. Aguer.