27 de octubre de 2008 / 09:21 AM
Al recibir esta mañana a la nueva Embajadora de Filipinas ante la Santa Sede, Cristina Castañer-Ponce Enrile, el Papa Benedicto XVI destacó que la Iglesia desea compartir la riqueza de su Doctrina social para beneficio del mundo entero.
En el discurso que pronunció al recibir las cartas credenciales de la nueva embajadora, el Santo Padre destacó que "la Santa Sede busca comprometer al mundo en un diálogo que promueva los valores universales que emergen de la dignidad humana y que le permitan avanzar a la humanidad en el camino de comunión con Dios y los hermanos". Por ello, explicó, "la Iglesia Católica está dispuesta a compartir la riqueza del mensaje social del Evangelio, para lo que anima los corazones con una esperanza para el cumplimiento de la justicia y el amor que hace que todos los hombres y mujeres sean verdaderamente hermanos y hermanas en Cristo Jesús".
Tras comentar que "Ella cumple esta misión con plena conciencia de la respectiva autonomía y competencia de la Iglesia y el Estado", Benedicto XVI precisó que "podríamos decir que la distinción entre la religión y la política es un logro específico de la Cristiandad y una de sus contribuciones fundamentales y culturales. La Iglesia está también convencida de que el Estado y la religión están llamados a apoyarse el uno al otro ya que ambos sirven juntos al bienestar personal y social de todos".