El Arzobispo de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, precisó que "la Iglesia, aunque muchos se lo pidan, no puede callar ante los crímenes que se están legalizando", en clara referencia a la firme posición de defensa de la vida asumida por él y los obispos de este país ante la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de despenalizar el aborto.
Así lo indicó el Purpurado en la homilía de la Misa dominical que presidiera en la Catedral Metropolitana. En ella también explicó que "una Iglesia muda no sirve ni a Dios ni a los hombres. Ante los grandes males de nuestro mundo no nos podemos encoger de hombros, no nos podemos paralizar, debemos mostrar nuestra solidaridad y nuestra corresponsabilidad, levantando nuestra voz, ofreciendo nuestras propuestas y entregando nuestro compromiso para que los males se conviertan en bienes".
Tras reconocer luego que "todos tenemos el techo de vidrio, y no debemos ni podemos investirnos de jueces de los demás", el Cardenal aseguró que es obligación de la Iglesia Católica "evitar el pecado de omisión" que se puede cometer "al no mostrar nuestra solidaridad y nuestra corresponsabilidad para que las cosas cambien en nuestra familia, en nuestra Iglesia y en la sociedad en donde vivimos".