7 de febrero de 2007 / 09:23 AM
Al hablar durante la Catequesis de este miércoles de los primeros cristianos, en este caso los esposos romanos Priscila y Áquila, colaboradores de San Pablo en Corinto, el Papa Benedicto XVI destacó que la Iglesia nació y se consolida en el hogar de los creyentes.
El Pontífice recordó que Priscila y Áquila fueron expulsados de Roma por el emperador Claudio a raíz de los tumultos provocados por los primeros cristianos y llegaron a Corinto alrededor del año 50, donde conocieron a San Pablo.
El Santo Padre explicó que Priscila junto a su marido Áquila “desarrolló un papel fundamental en el ámbito de la Iglesia primitiva: acogió en su casa a los cristianos locales cuando se reunían para escuchar la palabra de Dios y celebrar la Eucaristía”.