La tragedia del Ébola y el apostolado de la salud, la necesidad de dar testimonio de integridad frente a la corrupción y la cooperación ecuménica fueron los temas principales del discurso que el Papa Francisco entregó ayer a los obispos de la Conferencia Episcopal de Ghana al final de su visita ad limina.
En el documento, el Papa recuerda que el Sínodo de 2009 sobre África señaló, ''entre las preocupaciones principales de los pastores de la Iglesia la de cómo grabar en el corazón de los africanos discípulos de Cristo la voluntad de comprometerse efectivamente en vivir el Evangelio en su existencia y en la sociedad. Cristo llama constantemente a la metanoia, a la conversión''.
Al respecto señala que ''la obra de la conversión y la evangelización no es fácil, pero da frutos preciosos para la Iglesia y el mundo. La vitalidad espiritual de los fieles se traduce para la Iglesia en numerosas obras de caridad, médicas y educativas y en su labor en pro de la justicia y la igualdad".