Al recibir a los obispos de la República Checa, el Papa Benedicto XVI señaló que el Estado no debería temer reconocer el derecho de la Iglesia a cumplir su misión y tenerla como interlocutora pues su labor no supone daño alguno a sus funciones de servicio a los ciudadanos e, incluso, toda la sociedad se beneficia de ella.
“El Estado no debería tener problemas para reconocer en la Iglesia un interlocutor que no supone ningún perjuicio a sus funciones al servicio de los ciudadanos. La Iglesia desarrolla su acción en el ámbito religioso, para consentir a los creyentes que expresen su fe, sin invadir la esfera de competencia de la autoridad civil”, dijo el Santo Padre a los prelados de la Conferencia Episcopal de la República Checa de visita "ad limina".
“Como es sabido, la Iglesia no busca privilegios, sino solo poder llevar a cabo su misión. Cuando se le reconoce este derecho, en realidad se beneficia toda la sociedad", añadió el Papa este viernes.