Durante la Audiencia General de hoy, celebrada en la Plaza de San Pedro ante unas 15 mil personas, el Papa Benedicto XVI prosiguió sus catequesis sobre los Padres Apostólicos, esta vez sobre Afraates "el Sabio", gran figura del siglo IV en Siria, destacando que la humildad "no es un aspecto secundario en la vida espiritual del cristiano" pues por ella "el cristiano puede entrar en relación con el Señor".
Sobre Afraates, el Santo Padre señaló que "era originario de una comunidad eclesial que se encontraba en la frontera entre el judaísmo y el cristianismo, muy ligada a la Iglesia madre de Jerusalén que quería seguir fiel a la tradición judío-cristiana de la que se sentía hija". De ahí que se definiera "discípulo de las Sagradas Escrituras, que consideraba su única fuente de inspiración".
En sus obras, explicó el Pontífice, Afraates "presenta la salvación como una cura y, por tanto a Cristo mismo como médico", mientras "el pecado es una herida que solo la penitencia puede sanar".