Esta noche se abrió oficialmente en la Basílica romana de San Juan de Letrán, el proceso de beatificación del Papa Juan Pablo II, con una solemne ceremonia en la que se recordó la vida y legado de “El Grande”.
En su discurso, el Vicario de Roma, Cardenal Camillo Ruini, aseguró que es “unánime y universal el convencimiento de la santidad” del difunto Papa.
El Purpurado sintetizó el legado de Juan Pablo II a través de “su amor por la Humanidad, que llevó a una obra incansable para evitar las guerras y restablecer la paz; para asegurar a los pueblos más pobres, a los últimos de la tierra, una esperanza de vida y de desarrollo; para defender la dignidad de la persona, desde su concepción hasta su muerte natural”.