La beatificación del siervo de Dios Juan Pablo II que presidirá el Papa Benedicto XVI el próximo 1 de mayo será histórica porque en los últimos diez siglos ningún pontífice había elevado a los altares a su predecesor inmediato.
El director del diario vaticano L’Osservatore Romano, Giovanni Maria Vian, señala en la edición del 16 de enero que "es necesario volver hasta el corazón del medioevo para encontrar una situación análoga, pero en contexto no se puede comparar con la decisión de Benedicto XVI: en los últimos diez siglos ningún Papa ha elevado a los honores de los altares a su inmediato predecesor".
Vian explica que "Pietro del Morrone (Celestino V) fue canonizado en 1313 –menos de veinte años luego de morir– por su tercer sucesor, y más de dos siglos antes fue reconocida la santidad de León IX y de Gregorio VI, fallecidos en 1054 y 1085 respectivamente".