El Papa Juan Pablo II presidió esta mañana en la basílica de San Pedro la Misa en sufragio por los Cardenales y Obispos fallecidos en el último año. Tras evocar su servicio generoso al Pueblo de Dios, el Santo Padre dio gracias al Señor “por todos los beneficios concedidos a la Iglesia" mediante el ministerio sacerdotal de estos pastores difuntos”.
Durante la Misa, celebrada por el Cardenal Joseph Ratzinger, decano del colegio cardenalicio, junto con los demás Purpurados, el Santo Padre recordó "con afecto, de modo especial, a los cardenales Paulos Tzadua, Opilio Rossi, Franz König, Hyacinthe Thiandoum, Marcelo González Martín, Juan Francisco Fresno Larraín, James Aloysius Hickey y Gustaaf Ojos”. Asimismo, invitó a pedir “por ellos y por los arzobispos y obispos difuntos, que confiamos con confianza filial a la misericordia divina".
"Pensando en ellos -continuó-, evocando su servicio generoso a la Iglesia, parece que les sentimos repetir con el Apóstol: 'La esperanza que no defrauda'".