El Papa Juan Pablo II apareció este domingo recuperado –después de una semana de ausencia debido a los Ejercicios Espirituales de la Curia Romana– y pronunció toda su reflexión del Ángelus dominical, dedicada a la Eucaristía como fuente de comunión entre los miembros de la Iglesia.
El Santo Padre se dirigió a los peregrinos reunidos en la Plaza San Pedro y recordó la centralidad del misterio eucarístico en la vida de la Iglesia.
“La Eucaristía es la fuente de la que obtiene vigor siempre nuevo la comunión entre los miembros del Cuerpo místico de Cristo”, indicó y agregó que “es en esta perspectiva que toma plena evidencia la peculiar labor confiada a Pedro y a sus sucesores: el ministerio cetrino es esencialmente servicio a la unidad de la Iglesia”.