Reunido en Castelgandolfo con los participantes en el capítulo general del Instituto de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, el Papa Juan Pablo II recordó que el cuidado permanente de la vida espiritual es una exigencia prioritaria para la renovación de la fidelidad al carisma originario.
“¡Tomad decisiones claras según las prioridades de vuestra misión! Entre las exigencias prioritarias se encuentra el cuidado permanente de la vida espiritual para renovar constantemente vuestra fidelidad al carisma originario”, indicó el Santo Padre a los religiosos.
“Dios, por medio de la acción del Espíritu Santo, permite a las familias religiosas responder adecuadamente a los nuevos desafíos, sirviéndose del don específico que se les ha confiado”, añadió el Papa.