El Papa Juan Pablo II recibió al presidente de la República de Armenia, Robert Kocharian, a quien expresó el deseo de que surja en el país “una paz verdadera y estable”.
Durante el encuentro, el Papa manifestó su esperanza de una paz sólida “en la región de Nagorno-Karabaj” y explicó que para ello “es necesario un rechazo decidido de la violencia, un diálogo paciente entre las partes, así como una mediación internacional activa”.
Juan Pablo II también recordó las buenas relaciones existentes entre la Santa Sede y el gobierno armenio, así como el deseo mutuo de que la colaboración entre ambos estados crezca, perfeccionando el estatus de la Iglesia Católica “donde la situación lo requiera”.