El Papa Juan Pablo II recordó que con su pasión y muerte, Cristo Redentor, vence el antiguo duelo entre el bien y mal, abriendo las puertas de la salvación eterna.
En la audiencia general de esta mañana celebrada en la Plaza de San Pedro, el Papa reflexionó el cántico de los capítulos 11 y 12 del Apocalipsis, titulado “El juicio de Dios”.
Ante unos 15 mil peregrinos, el Santo Padre explicó que los 24 ancianos de la corte celestial que lo entonan, “representan a todos los justos de la Antigua y de la Nueva Alianza. Adoran al Dios soberano del mundo y de la historia, dispuesto a instaurar su reino de justicia, de amor y de verdad”.