El Papa Juan Pablo II aseguró que “la búsqueda de la santidad personal debe ser el centro de la vida y de la identidad de cada obispo”, al recibir a un grupo de prelados de las provincias eclesiásticas de Baltimore y Washington (Estados Unidos) al final de su visita "ad limina".
El santo Padre, que ha dedicado estos encuentros a reflexionar “sobre el misterio de la Iglesia y, en particular, sobre el ejercicio del ministerio episcopal”, recordó que "el desafío que se nos plantea (como obispos) y como Iglesia es que la vida de todo cristiano y todas las estructuras de la Iglesia estén claramente ordenadas a la búsqueda de la santidad”.
En este sentido, aseguró que “el obispo debe reconocer la propia necesidad de ser santificado mientras se compromete a la santificación de los demás".