En su último encuentro con miles de jóvenes congregados en la Plaza Politeama en Palermo, el Papa Benedicto XVI propuso el testimonio de la nueva joven beata fallecida a los 19 años, Chiara "Luce" Badano; y señaló que los jóvenes y las familias que viven su vida de acuerdo al Evangelio son verdaderos signos de esperanza para el mundo de hoy.
Tras comentar que la joven beata irradiaba la luz de Cristo a los demás, el Papa dijo que sus padres "encendieron en el alma de la hija la llama de la fe y la ayudaron a mantenerla siempre encendida, también en los momentos difíciles del crecimiento y sobre todo en la gran prueba del sufrimiento" y explicó que "la relación entre los padres y los hijos es la llama de la fe que se transmite de generación en generación".
"La familia es fundamental, porque allí germina en el alma humana la primera percepción del sentido de la vida. Florece en la relación con la madre y con el padre, que no son dueños de la vida de los hijos, sino los primeros colaboradores de Dios para la transmisión de la vida y de la fe".