Desde hace un año, el Arzobispado de Burgos recoge información para impulsar la causa de beatificación de Marta Obregón, una joven española asesinada en 1992 por defender su pureza.
La noche del 21 de enero de ese año, fiesta de Santa Inés, Marta regresaba a su casa desde el club Arlanza, ubicado solo a 300 metros de su hogar. Nunca llegó. Fue secuestrada por Pedro Luis Gallego, un delincuente acusado de numerosas violaciones y homicidios.
Según recuerda esta semana el diario El Mundo, Gallego la llevó en su coche a unos cinco kilómetros de Burgos donde intentó violarla junto a la valla de una granja. Marta opuso toda su resistencia y evitó el ultraje. El llamado "violador del ascensor" la golpeó salvajemente y le asestó 14 puñaladas en la parte izquierda del pecho. El cuerpo de Marta apareció desnudo y martirizado cerca de la autovía Burgos-Portugal.