Una joven de 15 años se encuentra en grave estado de salud luego de que en el Hospital Federico Abete, del partido de Malvinas Argentinas, le practicaran un aborto con fármacos con los que se tratan úlceras y otras complicaciones estomacales. Dicho aborto provocado se convirtió en un aborto séptico.
La niña, que ingresó el 26 de enero acompañada de una amiga de 20 años, perdió a su bebé de cuatro meses de gestación tras someterse a una intervención según marca la guía de procedimientos para abortos no punibles que el Ministerio de Salud bonaerense instrumentó en julio del año pasado. Las drogas suministradas a la joven lograron matar al niño en gestación, pero no provocaron su expulsión, por lo que debió efectuársele una cesárea de urgencia.
La intervención produjo una infección generalizada. Según la epicrisis firmada por el doctor Vladimir Funes, de la guardia del centro asistencial, la paciente tuvo un "shock" séptico posoperatorio e ingresó a la Terapia Intensiva con una infección grave. Las operaciones esterilizantes practicadas podrían haber afectado el útero y las trompas, por lo que la joven habría quedado infértil de por vida.