Rodrigo Orias, el joven que asesinó al sacerdote italiano Faustino Gazziero en la Catedral de Santiago, admitió que llegó a la capital desde Coyaique con la intención de asesinar a un religioso –como parte del culto satánico que practica– pero descartó haber elegido previamente a su víctima.
El capellán de Gendarmería, Nicolás Vial, se reunió con el homicida en el hospital de la ex Penitenciaría.
"Lo que me quedó claro, clarísimo, es que él no ha venido a asesinar al Padre Gazziero. Él vino porque sintió algo, llamémoslo en su interior, en su corazón, una voz una fuerza, en que debía hacer este hecho, porque él manifiesta que está vinculado al mundo satánico", señaló Vial.