![Jornada del Migrante: “El forastero es hermano, no competidor” [VIDEO]](https://www.aciprensa.com/imagespp/videomigrantesespana080118.jpg?w=670&h=447)
Por Blanca Ruiz
La Comisión Episcopal de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha presentado hoy en Madrid (España), los materiales para la Jornada Mundial del Emigrante y Refugiado que se celebra en todo el mundo el 14 de enero bajo el lema "Acoger, proteger, promover e integrar a los emigrantes y refugiados".
Mons. Juan Antonio Menéndez, Obispo de Astorga (España) y presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones explicó los 20 puntos que los episcopados, incluido el español, han trabajado junto con la Santa Sede para proponer que las Naciones Unidas los incluyan en los pactos internacionales sobre inmigrantes y refugiados que se firmarán a finales del 2018.
"En la Comisión Episcopal de migraciones asumimos plenamente estos 20 puntos que plantea la Santa Seda para asegurar una migración digna para los que migran voluntaria o forzadamente. Y lo leemos desde la realidad migratoria española", precisó.
Mons. Menéndez subrayó que en España se ha aprendido a que "el forastero es un hermano, no un competidor" y valoró de manera positiva el "distanciamiento" de España en los brotes de xenofobia que se han dado en países de centro Europa.
Unas propuestas que se centran en la protección y organización de la migración para que "pueda hacerse de manera digna y evitar las muertes, las víctimas de trata, de las mafias y todo el sufrimiento que tienen estas personas".
Acogida de refugiados y corredores humanitarios
Por eso, desde la Comisión Episcopal de Migraciones de la CEE, junto con Cáritas, han lamentado que el gobierno español no haya cumplido con el "cupo de refugiados" que estaba previsto acoger.
El gobierno de España se había comprometido a recibir a 17.337 refugiados, pero hasta el 26 de septiembre de 2017, fecha en que finalizó el plazo de acogida, tan sólo habían llegado al país ibérico una décima parte.
Mons. Menéndez destacó que "la Iglesia siempre se ha ofrecido para colaborar subsidiariamente con las organizaciones que el gobierno encomendó esta gestión".
En el mensaje del Papa Francisco para esta jornada se pide la creación de corredores humanitarios que permitan un flujo migratorio seguro para los migrantes, así como una entrada segura y legal, especialmente para los más vulnerables.
En ese sentido, Mons. Menéndez dijo que es una "vieja aspiración de la Conferencia Episcopal española" la creación de estos corredores.
"La Comisión de Migraciones ha propuesto la posibilidad de traer niños, ancianos y enfermos de países en guerra a España, comprometiéndonos a atenderlos aquí. Hasta el momento no hemos tenido éxito, pero seguimos insistiendo porque es una de las formas más humanas de evitar las mafias, las muertes y el sufrimiento que supone emigrar", declaró el presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones.
Centros de Internamiento de Inmigrantes
Además se pidió al gobierno español que busque "alternativas" a los Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) y a los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE).
"Hay que buscar alternativas a los CETI y CIE, hay posibilidades que serían mucho mejores, sobre todo cuando se mezclan menores, familias, mayores y personas que pueden estar en situaciones delictivas. No es bueno para los migrantes ni tampoco para nuestro país", declaró Mons. Menéndez.
Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas, pidió también "el cese de las expulsiones sumarias" en Ceuta y Melilla.
Ceuta y Melilla son dos ciudades de España que se encuentran al norte de Marruecos y que son un punto clave en la inmigración de África a Europa.
Tanto en las ciudades de Ceuta y Melilla como en el sur de España hay numerosos CIE y CETI donde se internan a los inmigrantes que llegan al país. Estos centros no siempre cumplen una condiciones mínimas y son numerosos los casos de violencia que ocurren contra los inmigrantes.
Peiro subrayó que la Iglesia siempre se ha posicionado "sin titubeos" al lado de los migrantes y refugiados porque son "testigos de muerte y de dolor" y víctimas "no de una crisis humanitaria" sino de "políticas migratorias orientadas exclusivamente al control de flujos y al control policial".
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