Hoy en la Misa inaugural de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Blonia, Cracovia, había un gran ambiente de fiesta. Los jóvenes se saludaban entre sí sin importar la lengua o el país de procedencia. Se abrazaban y bailaban juntos. Participaron activamente en la Misa y cantaron con entusiasmo.
A pesar de que llovió antes de la Misa, muchos se arrodillaron en el momento de la consagración sin importar el barro que se había formado. Sobre la multitud se veían las banderas de distintos países y todos respondieron con alegría al saludo que el Arzobispo de Cracovia, Cardenal Stanislaw Dziwisz, les dirigió en varios idiomas.
ACI Prensa conversó con varios jóvenes después de la Misa sobre su experiencia. Guillermo Morales es un español de 18 años que viene de Madrid y comentó que la Misa "ha sido un ambiente muy conmovedor de recogimiento, sobre todo de mucha intensidad espiritual, de mucha fortaleza".