La Presidencia de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) destinó seis millones de euros, provenientes del impuesto que los ciudadanos asignan a la Iglesia Católica, para ayudar a los países africanos y otros países pobres ante la crisis que suscita la pandemia del coronavirus.
Esta decisión ocurre pocos días después de las intervenciones extraordinarias del Episcopado por un total de 16 millones de euros, que fueron destinados a hacer frente a la emergencia de coronavirus en Italia.
"En la conciencia de que estos países enfrentan más dificultades para hacer frente a la pandemia y que la situación ya dramática puede volverse devastadora, la Presidencia de la CEI ha encargado al 'Servicio para las intervenciones caritativas a favor de los Países del Tercer Mundo' y Cáritas italiana para desarrollar un estrategia de acción urgente que interviene en salud y capacitación", señala la CEI en un comunicado.