Luego de que Irlanda anunciara ayer por la noche el cierre, por razones económicas, de su embajada ante la Santa Sede, el vocero del Vaticano, P. Federico Lombardi, señaló que el hecho no afecta las relaciones diplomáticas entre ambos estados.
La declaración del P. Lombardi siguió al anuncio del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irlanda, que anunció el jueves por la noche el cierre de sus embajadas en el Vaticano, Irán, así como su oficina de representación en Timor Oriental.
En su comunicado, el ministerio de Irlanda señala que "con el fin de responder a los objetivos del programa de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional y restablecer los gastos públicos a un nivel viable, el gobierno se ha visto obligado a hacer recortes en numerosos servicios públicos".